Elur

El otro día leí la historia de una conocida fotógrafa que había perdido a su perra, contaba la historia de ambas y no pude evitar sentirme identificada, de estas cosas que sabes que te van a hacer llorar como una madalena pero aún así lo lees… Su perra había sido su primera modelo, la que había probado sus primeras ideas, sus primeros flashes, la que aguantaba las sesiones sin rechistar hasta quedarse dormida…  En mi caso ha sido igual, mis primeras pruebas fueron con ella, mis primeros aciertos y mis primeros fallos. Y lo sigue siendo porque sigo probando muchas cosas con ella. Nos tirábamos las tardes enteras metidas en el estudio hasta que se me quedaba dormidita.

No hay forma de agradecerles lo que ellos hacen por nosotros, la paciencia que tienen y el cariño que nos dan. Yo quería dejar esta entrada en el blog para ella. Es mi forma de darla las gracias.

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